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El duelo es un camino de transformación que nadie nos ha enseñado a transitar. A veces es oscuro, en otros momentos un poquito de luz se abre paso, a veces nos sentimos perdidos y de pronto encontramos de nuevo el camino. Lo importante es darle el espacio que se merece, pues antes o después habrá que transitarlo.
La despedida de un bebé en la etapa perinatal, no es un duelo más, es una trasformación extrema, en un momento de plasticidad cerebral crítico, donde todo un cuerpo se ha preparado para abrazar la vida y de forma abrupta se encuentra con la ruptura de la relación más significativa que puede tener un ser humano, la relación con un hijo.
¿Qué otro duelo se da cuando el cuerpo realizó una transformación titánica para sostener la vida? Ningún otro duelo atraviesa y se ancla de esta manera en el cuerpo.
Entendemos que el duelo es un proceso único y personal, y que cada persona lo transita de manera diferente. Estamos aquí para apoyarte en este camino, con una atención terapéutica personalizada y adaptada a tus necesidades y a tu ritmo.
Kintsugi es un espacio de contención y seguridad, donde podrás explorar y procesar tus emociones, pero donde también podrás reconectar con tu cuerpo. Queremos ayudarte a dar sentido a todas estas transformaciones y poder afrontar el desafío de continuar con la vida integrando la ausencia de tu bebe en ella, construyendo vuestra historia de amor, pues aceptar la muerte no quiere decir olvidar el vínculo.
No importa cuánto tiempo ha pasado desde que te despediste de tu bebé, nunca se olvida. Cada persona tiene su propio camino y ritmo para transitar su duelo. Si sientes que ahora es tu momento y que necesitas un espacio seguro para procesar tus emociones, estamos aquí para acompañarte en este camino de transformación.
Reserva tu primera sesión hoy mismo y da el primer paso hacia una vida más plena y equilibrada.
